BACALAR, Q. Roo.- El proceso natural para que la Laguna Bacalar regrese a sus condiciones originales y sus tonalidades azul turquesa es lento, aunque ya muestra cambios positivos. 

A cinco meses de que los escurrimientos trasformaran completamente la belleza del paisaje en la laguna, el flujo natural del agua ha ido limpiando poco a poco este ecosistema, aunque su recuperación total podría tardar incluso más de un año. 

Marco Jericó, integrante del Consejo Biorregional de Bacalar, expuso que esta excesiva carga de nutrientes que llegó al cuerpo de agua es producto de la deforestación de las selvas, que naturalmente sirven como biofiltro. 

De julio a la fecha puede observarse que los sedimentos que le daban tonalidad marrón al agua han comenzado a dispersarse, quedando ahora una coloración grisácea. 

“Es un proceso natural de flujos hidrológicos. Estos flujos son más abundantes en la zona sur que en la parte norte, entonces bajo esta lógica, se va aclarando primero la parte sur que la parte norte”, explicó el especialista. 

Esta situación repercute directamente en la economía del poblado, que depende casi en su totalidad de las actividades turísticas que se realizan en la laguna. Sin embargo, han sido las mismas actividades humanas dentro de la laguna y en su área de influencia son las que han mermado la calidad del agua. 

TE PUEDE INTERESAR:

Presidente de Chetumal realiza 'vaquita' para entregar vales de despensa

Cancún: Dan banderazo al operativo Vacaciones Seguras en Quintana Roo

Cozumel, entre los municipios con menos hospitalizados por COVID-19