Pese a la mejora en el perfil de los migrantes, que llegan a Quintana Roo con esperanzas de un mejor futuro, el tipo de empleo y los salarios en las ciudades turísticas no ha cambiado mucho.

El reciente estudio “Migración interna y dinámicas laborales en la industria turística de la Riviera Maya” publicado en 2020, advierte que las personas no logran mejorar su nivel de vida, ni en lo económico, ni en el tipo de educación o cuidado que pueden dar a sus hijos.

“Estas cuestiones obstaculizan su regreso, ya sea de visita o definitivo al lugar de origen, por falta de vacaciones o por salarios mal remunerados, además de las inconstitucionales e ilegales relaciones contractuales ejercidas entre patrón-trabajador”, señalan los investigadores Anastacio Gustavo Fernández Rodríguez, Mariana Figueroa de la Fuente, Ariel Ramón Medina Alonso y Mirna Yasmín Pacheco Cocom, de la Universidad de Quintana Roo, campus Playa del Carmen.

Como parte del estudio, los responsables analizaron 445 cuestionarios finales, tomando en cuenta a personas originarias de Yucatán, Campeche, Chiapas, Tabasco, Veracruz, Ciudad de México, así como del estado de Puebla, además de migrantes locales provenientes de otros municipios de Quintana Roo.

Algunos de los resultados que arrojó fue que 67.4% ha emigrado por primera vez; 19.4% lo ha hecho por segunda ocasión; 7.9% por tercera ocasión, mientras que 5% lo ha hecho en más de cuatro veces.

“Esto parece indicar que la mayoría ha encontrado estabilidad en su primera salida de su lugar de origen y se ha asentado en Quintana Roo. En estos flujos migratorios, regularmente, los que emigran viajan acompañados (56.6%), en otras ocasiones de forma autónoma (40.4%) y 2.9% se contuvo de responder. Quienes viajan acompañados suelen hacerlo con familiares (44%), con un amigo (11%) y con un conocido (3.4%); no emitieron respuesta alguna en 41.6%.”, detallan.

Respecto al momento de regresar a su lugar de origen, la frecuencia reportada fue de una vez al año en 36.2% de los participantes. Entre las razones manifestadas en su mayoría fue por falta de vacaciones o días feriados y el elevado costo de desplazamiento a su lugar de origen.

“Este resultado señala que, a pesar de haber encontrado estabilidad laboral, los costos que  representa vivir en la entidad son altos; por otro lado, se tendría que verificar a qué tipo de contratos están sujetos los trabajadores, de acuerdo con lo que expresa la Ley Federal del Trabajo en su capítulo II”, afirman los investigadores.

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