Cada vez menos quintanarroenses consumen los llamados “productos milagrosos” que prometen bajar de peso o curar enfermedades mortales como el cáncer. De acuerdo con la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), en el 2020 sólo 38 negocios fueron identificados ofertando este tipo de “curas”.

Miguel Pino Murillo, titular de la Cofepris en Quintana Roo, explicó que aquellos que aún tienen una fuerte demanda son los que prometen disminuir malestares musculares, sin que tengan algún estudio científico que los avale.

“En años anteriores era muy común encontrar varios locales donde se vendían estos productos, pero ya las redes sociales han permitido romper sus mitos y promesas, y por eso se redujo su consumo, lo cual es benéfico para todos, pues al carecer de regulaciones sanitarias, provocaban alergias o reacciones adversas entre sus consumidores”, dijo el funcionario.

En el 2015, por ejemplo, se destruyeron 10 toneladas de estos productos confiscados en el Estado. En el 2017 la cantidad se redujo a 7, y en el 2019 a 5 toneladas. Para este 2020, la cantidad destruida no rebasó ni las 4 toneladas.

Sin embargo, alertó que las redes sociales también han servido para promocionar estas sustancias, categorizándolos de manera equivocada como suplementos alimenticios o receta herbolaria, y quienes lo ofrecen exageran sus características y llegan incluso a atribuirles cualidades de las cuales  carecen o no corresponden a su función.

La Cofepris reconoce que esta situación dificulta identificar los centros de producción y venta, ya que carecen de un domicilio fijo para realizar verificaciones.

“Sólo nos queda informar a la población  a que no caigan en estos fraudes.  Afortunadamente, cada vez menos personas los consumen”, dice Pino Murillo.

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