Sólo 1 de cada 200 celulares robados regresa a su dueño
En Quintana Roo, el 90 por ciento de las víctimas de robo de su teléfono celular prefiere no denunciar.
En el Smartphone tenemos prácticamente toda nuestra vida en aplicaciones. Por ello es fácil imaginar cuan molesto y angustiante es cuando nos lo roban, en especial, cuando nos enteramos de que sólo 1 de cada 200 teléfonos celulares robados regresa a sus dueños.
La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe), detalló en su última edición que ocho de cada 10 víctimas de robo en Quintana Roo dijo que lo que le fue sustraído fue su celular, ya sea durante un asalto en plena calle o fueron visitadas por los “amantes de lo ajeno” en su propio hogar.
Los celulares son las pertenencias personales más susceptibles a ser robados debido a que son fáciles de ocultar y transportar, además de que se venden rápidamente.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el cual elaboró el documento, recordó que desde 2018 los equipos móviles se convirtieron en el objeto más buscado por los ladrones, superando a las pantallas de televisión, que ocupaban el primer lugar.
Víctimas de robo de celular prefieren no denunciar
Los encuestados respondieron que no tuvieron interés en presentar una denuncia por robo, y solo uno de cada 10 acudió ante las autoridades para solicitar su ayuda.
La razón que dieron es que cuando les arrebatan su móvil, prácticamente es imposible volverlo a encontrar, debido a que los ladrones enseguida cambian su chip, lo que dificulta identificarlos.
Lo que sí señalaron es que marcaron a su respectiva compañía telefónica para solicitar que bloqueen su IMEI, porque el trámite es más rápido que denunciar ante la Fiscalía General del Estado (FGE).
Aunque reconocieron que es muy probable que el ladrón pueda burlar este candado a través del hackeo, puntualizaron que al menos de esta manera tendrán que pagar unos cuantos miles para utilizarlo.
Castigo por robo de celulares no es severo
La Asociación Nacional de Telecomunicaciones (ANT) informó a través de un comunicado, que esta situación se debe a la falta de una legislación que sancione severamente a los ladrones de estos equipos, además de la existencia de numerosos puntos de venta para los equipos robados.
Sobre el primer punto, la organización resalta que los móviles son fáciles de mover y vender para un ladrón, además de que pueden comercializarse a un mayor precio incluso que una pantalla de televisión: un dispositivo que cuesta ocho mil pesos puede ser comercializado en el mercado negro entre tres mil a cuatro mil pesos, por lo que urgió a las legislaciones estatales a establecer mayores penas para inhibir este delito.
Sobre los puntos de venta, la ANT reconoce que los celulares robados tienen una gran demanda, ya que son los propios usuarios quienes fomentan estas transacciones, incluso a través de las propias redes sociales.
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