Miles de participantes en el triatlón Ironman 70.3 sufrieron las consecuencias del caos y desorganización que se vive en la ruta federal marítimo terrestre en Playa del Carmen y Cozumel, como fueron el hacinamiento, falta de información y equipajes que no llegaron.

El llamado turismo deportivo que llega a la isla para participar en la competencia que cumple 10 años, debieron esperar hasta tres horas para poder recuperar su pertenencias y bicicletas, que pese a ser documentadas, no fueron subidos al mismo barco que abordaron. 

La empresa que prestó el servicio no ha dado a conocer las razones de estas fallas. La competición de este año en la que se inscribieron tres mil 600 triatletas, se va a desarrollar el sábado y domingo, para poder respetar los protocolos sanitarios.

La naviera Winjet nuevamente puso en un predicamento a los usuarios del transporte marítimo en las rutas a partir de las cinco de la tarde del jueves con destino a Cozumel en barco México III.

Hugo Bastarrachea, de origen chileno, comentó que fue separado de su pareja que vino a competir a la isla este sábado, pues únicamente se le permitía pasar a la planta baja del muelle Navega en Playa del Carmen a los competidores con sus bicicletas.

“Ella ya está haciendo fila para abordar y yo estoy acá en el segundo piso esperando que nos den acceso… no sé si nos vamos a ir juntos porque hay mucha gente y mi temor es que no haya espacio”.

Por su parte, Juan Hernández, triatleta originario de Guadalajara, comentó que la cantidad de personas era importante y que nadie les informaba si se pondría otro barco para quienes no alcanzaran lugar.

De acuerdo con datos publicados por la representación del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo (CPTQ), la competencia que inicia este sábado y concluye mañana domingo, es la más concurrida desde el 2012 que se desarrolla este triatlón de media distancia cuando en el 2018 se apuntaron dos mil 800 participantes.

Para esta edición, 25 y 26 de septiembre, hay un registro de tres mil 600 deportivas que según la empresa AsDeporte, promotora del evento, es la mayor de su historia pese a la pandemia de Covid-19.

Con la presencia de estos deportivas y sus acompañantes, se espera llegar a la ocupación máxima permitida en hoteles por parte de las autoridades sanitarias estatales que es de 70 por ciento y una derrama económica de alrededor de 130 millones de pesos.

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