Itzel Chan/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- El elevado consumo de medicamentos y el desconocimiento de las personas acerca de qué deben hacer con ellos cuando han caducado, se han convertido en un factor más de contaminación del suelo y del agua, ya que la mayoría los deposita en botes de basura.

Contaminan el ambiente 

De acuerdo con estadísticas del Instituto de Salud Pública en México los medicamentos representan un mercado anual de 960 millones de dólares aproximadamente, lo que da una idea del alto consumo de fármacos en el país y que al ser depositados de manera común han contaminado más del 20% del territorio nacional.

El Sistema Nacional de Gestión de Residuos de Envases de Medicamentos (Singrem) ha realizado estudios en los que ha sido posible conocer que dentro de los principales contaminantes se ubican las medicinas con fechas vencidas.

¿Cómo llegan las pastillas, los jarabes y grageas hasta el suelo y los mares?

El Colegio Nacional de Biólogos tiene registros en los que se muestra que las personas desconocen la existencia de contenedores en hospitales y farmacias para depositar las medicinas caducas, por lo tanto optan por tirarlas en las bolsas de basura común o los arrojan por el inodoro.

La contaminación del medio por residuos de medicamentos es un fenómeno constante que sucede desde hace décadas en diversas partes del mundo, sin embargo, ahora hay estudios que dan a conocer los daños que ocasionan en el medio ambiente y en animales, ya que en cuerpos de agua los peces se ven dañados al consumir alguna sustancia química de este tipo.

Tratamiento especial 

En Quintana Roo dentro de los medicamentos que han encontrado con frecuencia en basura común se localizan antibióticos, reductores de la presión arterial, hormonas, psicofármacos y analgésicos.

Los hospitales del estado tienen un convenio con la empresa Ecomayab, autorizada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), para que sea quien recolecte los medicamentos vencidos y ellos  se los llevan para darles tratamiento por incineración o los desactivan mediante líquidos especiales para quitar las sustancias peligrosas, después los almacenan por determinado tiempo, mientras que otros al ser desactivados ya no tienen riesgo y son desechados de forma normal.