Eric Galindo/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Hilario se siente cansado, fatigado, ha derramado lágrimas como nunca pensó que lo haría, ayer fue a reclamar el cuerpo de su hijo, asesinado a sangre fría el pasado jueves, y mañana le dará sepultura al que era el último de sus descendientes directos, porque de los tres hijos que procreó con su ex esposa, ya a todos enterró. 

Hace cinco años falleció el más chico de sus hijos, Javier N, tenía 19 años, le dio un infarto, seguido por un derrame cerebral, quedó 20 días en estado vegetativo.

Don Hilario está parado en uno de los pasillos de la Subprocuraduría de Justicia de la zona norte, esperando a realizar los trámites, recordó esos momentos de dolor cuando perdió a su primer hijo, se limpia las lágrimas: “ni modo, tengo que seguirle”.

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Hace dos meses, perdió a su segundo hijo, José, de 29 años, era el mayor, encontraron su cuerpo el 14 de mayo en un taller de mecánica, en la Región 96: estaba colgado de una soga.

Oscar de Jesús N, de 26 años, cayó en depresión y se fue a Lerdo de Tejada, Veracruz, para distraerse con su abuela, estuvo un tiempo hasta que hace 15 días que regresó para ayudarle a hacer la remodelación de una plaza, ubicada en la avenida Bonampak.

El departamento de la Región 251, es de él y se lo dio a su hijo para que lo habitara mientras estuviera en Cancún, se iba a regresar a Veracruz el próximo domingo, nada más estaba esperando a que les pagaran un dinero del trabajo que hicieron. 

No sospechaba de nadie porque tenía poco tiempo de llegar a Cancún, no tomaba, ni fumaba. Hace cuatro meses que se separó de su pareja, con la que había vivido ocho años, a los 17 años se juntaron, pero nunca tuvieron hijos, él le ayudó a la muchacha a terminar su carrera en negocios internacionales, pero la relación se fue enfriando hasta que se separaron.

Los vecinos no escucharon nada, ni vieron nada, donde está el fraccionamiento es una zona brava, se ven grupos de pandilleros que ven a la policía y corren.

Ayer, la pareja sentimental de Oscar fue entrevistada por agentes de la Policía Judicial del Estado (PJE) y después declaró ante el Ministerio Público del Fuero Común (MPFC).

Hasta el momento, la corporación policíaca no tiene ninguna línea de investigación, lo que le parece extraño a los investigadores es que la puerta y el protector no estaban forzados. La necropsia arrojó que la herida mortal que le quitó la vida a Oscar fue la que recibió en el cuello del lado derecho, de 4.5 centímetros, que dañó tejido subcutáneo y la arteria carótida.

Los hechos se registraron la mañana del pasado jueves, cuando una vecina reportó que en el departamento 301, manzana 104, de la Región 251, estaba el cuerpo sin vida de una persona.