Cracks despiden al 'eterno' presidente del futbol argentino

El hombre que movió durante 26 años cada hilo de la AFA hacía y deshacía a su antojo, para bien o mal: esta misma tarde será sepultado.

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Julio Grondona, fallecido este miércoles, no sólo controlaba la economía, tal como lo hacía en FIFA, sino que estaba en todos los detalles por más mínimos que fuesen. (EFE)
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Agencias
BUENOS AIRES, Argentina.- Lionel Messi y otras figuras del fútbol mundial se concentraron en Argentina para despedir este viernes los restos de Julio Grondona, quien como mandamás del balompié nacional construyó un inusual poder, publica The Associated Press.

Acompañados en principio por el silencio, Messi llegó temprano tras abandonar sus vacaciones en Italia, y poco después arribó el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, a quien Grondona secundaba en esa entidad hasta su fallecimiento el miércoles a los 82 años por una afección cardíaca.

Grondona sentía un afecto especial por Messi, al que más de una vez la pasó la mano por la cabeza, como no lo hacía con ningún otro jugador, cuando el poderoso exdirigente visitaba la concentración de Argentina en Belo Horizonte durante el Mundial de Brasil.

Blatter y Messi, capitán de la selección argentina que fue subcampeona en Brasil 2014 se unían a cientos de personalidades, principalmente ligadas con el fútbol y la política, que esperaban darle el adiós a Grondona, cuyo velatorio se realizaba en el complejo de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) en la vecina ciudad de Ezeiza sin la presencia de la prensa.

Javier Mascherano, Maxi Rodríguez, Fernando Gago, Lucas Biglia y el técnico Alejandro Sabella, todos ellos subcampeones en Brasil, fueron vistos llegar a Ezeiza por periodistas apostados afuera del predio.

'Proyección visionaria'

"Grondona fue un hombre que condujo a la AFA durante décadas y en la Conmebol su gestión ha sido relevante y con una proyección visionaria", declaró el presidente del organismo rector del fútbol en Sudamérica, Eugenio Figueredo.

También se acercaron al velatorio, entre muchos otros, los técnicos José Pekerman, Alfio Basile, Héctor Veira y Carlos Merlo, así como también los exfutbolistas José Luis Brown y Julio Olarticoechea, campeones del mundo en México 1986.

"Falleció un dirigente de raza, vengo a despedir a un tipo especial como Julio Grondona que tuvo mucho que ver en mi vida", dijo Basile, técnico de Argentina en el Mundial de Estados Unidos 1994.

El velatorio, al que concurrió la presidenta Cristina Fernández la noche del jueves, se realizaba en un gimnasio del predio de la AFA. Según el diario La Nación, el lugar contenía "un considerable número de coronas y arreglos florales con sentidas dedicatorias".

Está previsto que los restos de Grondona serán sepultados al atardecer de este mismo viernes en el cementerio de la vecina ciudad de Avellaneda, al lado de su esposa Nélida Pariani, fallecida en junio de 2012.

Sin herederos 

Diez entrenadores de la selección nacional, nueve mundiales, 15 presidentes argentinos y tres papas vio pasar Grondona desde su cargo de presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). También fue vicepresidente de la FIFA durante 26 años.

Grondona, fallecido el miércoles a los 82 años, también vio desfilar a Diego Maradona y Lionel Messi; a una AFA adinerada y bajo sospecha de manejos turbios; clubes con sus arcas empobrecidas y una inusual violencia en las canchas que durante su gestión dejó unos 200 muertos.

Menos la muerte, Grondona sobrevivió a todo. Un dato lo marca: en los últimos años hubo más de 30 allanamientos por presunta administración fraudulenta y evasión impositiva y de todas salió indemne.

Más denuncias que Capone

"En los 32 años que llevo en AFA tuve más denuncias que Al Capone y jamás tuve una sanción", dijo Grondona en noviembre de 2011. "Como vice de la FIFA tengo más poder que cualquier político argentino", destacó un año después.

Bajo el mando de "Don Julio", como Grondona gustaba que lo llamasen, pasó de todo. Para bien o para mal, al fútbol argentino se la abren las puertas para un cambio.

Puertas afuera, los cambios comenzaron de inmediato aunque todavía no se noten: el fútbol argentino quedó huérfano de poder en la FIFA y debilitado en la Conmebol. Y eso es perder capacidad de negociación en los temas importantes.

Puertas adentro, en lo formal todo sigue igual. Pero desde ya se largó una carrera para la sucesión, en la cual sus aspirantes por ahora son algo así como buenos marcadores laterales mientras Grondona era un Messi.

El trono quedó en poder de Luis Segura, vicepresidente de la AFA y presidente de Argentinos Juniors. Aún no se resolvió si Segura culmina el mandato de Grondona que vencía el 15 de abril o si se llama a elecciones.

"Una transición con Julio hubiera sido mucho más fácil que la que viene", consideró Segura, salpicado en el reciente Mundial de Brasil con la reventa de entradas que pertenecían a la AFA.

¿Qué podría pasar de ahora en más?

En principio, tanto Segura como otros potenciales sucesores podrían hacer "grondonismo" sin Grondona, ya que todos de alguna u otra manera se criaron en el fútbol bajo su ala. Grondona siempre ganó todas las elecciones y cuando una vez tuvo un opositor, éste solo sacó un voto, el propio.

Todos sus opositores terminaron aislados o solos.

Con un estilo vertical y autoritario, Grondona hacía y deshacía a su antojo: no sólo controlaba la economía, tal como lo hacía en FIFA, sino que estaba en todos los detalles por más mínimos que fuesen: desde el sorteo de árbitros hasta en la decisión final en las listas de jugadores que iba a un Mundial, tal como el propio Grondona admitió en este último caso.

Se retiró Maradona y apareció Messi. Y para suceder a Alejandro Sabella hay estrategas de sobra como Gerardo Martino, Diego Simeone y José Pekerman.

Se murió Grondona. Y "Don Julio" es irremplazable.

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