Un grupo de rebeldes sirios ha incendiado el mausoleo donde descansan los restos de Hafez Al-Assad, expresidente de Siria y padre de Bashar Al-Assad, el líder depuesto recientemente. 

Hafez Al-Assad fue el artífice de una dinastía política que se extinguió el pasado fin de semana tras la victoria de una ofensiva encabezada por los yihadistas de Hayat Tahrir al Sham (HTS).

Ataque a mausoleo ocurrió en Al Qardaha

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos confirmó el ataque al mausoleo, situado en Al Qardaha, la ciudad natal del expresidente. Hafez Al-Assad, quien llegó al poder mediante un golpe militar en 1970, falleció en el año 2000, momento en que su hijo menor, Bashar, asumió la presidencia.

Imágenes difundidas por el Observatorio, una organización con sede en Londres que se nutre de fuentes dentro de Siria, muestran a un grupo de hombres en el interior del mausoleo tras el incendio, algunos de ellos vestidos con uniformes militares.

Mientras tanto, Bashar Al-Assad y su familia abandonaron Siria tras la caída de Damasco en manos de los insurgentes. 

Según informes, Rusia ofreció asilo al expresidente, quien aún no ha emitido declaraciones sobre el incierto futuro político del país que lideró durante más de dos décadas.

Nuevo líder sirio asegura que el país no enfrentará otra guerra

El líder de los rebeldes sirios, Abu Muhamad al Jolani, afirmó en una reciente entrevista con Sky News que Siria no enfrentará otra guerra y destacó que la población está ‘agotada’ tras años de conflicto.

"La gente está agotada por la guerra. Así que el país no está preparado para otra y no acabará en otra", señaló desde las afueras de Damasco durante una visita a una mezquita. 

Mientras tanto, Mohamed al Bashir, recién nombrado primer ministro del gobierno de transición, enfatizó que el nuevo Ejecutivo tenderá la mano a todos, excepto a quienes tienen ‘manchadas de sangre de los sirios’.