MÉRIDA, Yuc.- A tres años del inicio de la pandemia de Covid-19 y a cuatro del actual Gobierno mexicano, el desabasto de medicinas continúa agravándose y afectando particularmente al sector público, pero también al privado. 

En Yucatán, el surtido de fármacos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es del 96 por ciento, de acuerdo con el informe 2022 de la Delegación estatal. 

En el Issste el porcentaje es de 80 por ciento, según la Delegación en la entidad. 

En la Secretaría de Salud, el abasto es del 93.1 por ciento, con datos del Sistema Nacional de Indicadores de Calidad en Salud (Indicas). 

Aunque por ahora no hay faltantes considerables en las instituciones mencionadas, salvo los que se están surtiendo entre una y otra semana, especialistas advierten que, por el retraso en las compras de fármacos para 2023 y la mala logística de distribución, se estima que este año habrá desabasto de ciertos fármacos.

A finales de 2022, en Yucatán el IMSS reconoció que había desabasto de algunos medicamentos, como la dapagliflozina, indicado junto con dieta y ejercicios, y en ocasiones otros para regular los niveles altos de glucosa en adultos con diabetes tipo 2. La Delegación estatal dijo que el faltante se debía a “problemas del fabricante”.

Faltantes 

De acuerdo con el Instituto Farmacéutico México (Inefam), servicio de monitoreo de licitaciones públicas de medicamentos, entre 2023 y 2024 habría desabasto de:

Complejo B. Vitamina para reducir el cansancio en adultos mayores y pacientes crónicos.

Metoclopramida. Para tratar náuseas y vómitos.

Amoxicilina. Para ciertas infecciones causadas por bacterias, como la neumonía, la bronquitis, infección de los oídos, la nariz, la garganta, las vías urinarias y la piel.

Temozolomida. Para tratar tumores cerebrales retrasando el crecimiento de las células cancerígenas.

Lopinavir. Antirretroviral para el tratamiento del VIH. 

Según datos del colectivo Cero Desabasto, en 2019 el IMSS no surtió completamente cinco millones 40 mil 111 recetas, en 2020 fueron 15 millones 857 mil 785, en 2021 aumentó a 22 millones 62 mil 617 y hasta agosto de 2022 no se surtieron completamente nueve millones 958 mil 100 recetas. 

Denuncia y plantones 

Ante este panorama, desde 2019 diversas organizaciones de la sociedad civil, así como familiares de niños con cáncer, entre otros sectores, denuncian el desabasto en los sistemas de salud pública, en particular los fármacos utilizados para quimioterapia.

Ante esto se realizaron protestas y bloqueos exigiendo al Gobierno garantizar los medicamentos. 

Se estima que en 2022 el promedio de consumo negado en fármacos para tratamiento de cáncer fue de 21.97 por ciento, lo que equivale a 283 millones de pesos. 

El desabasto también afecta al sector privado, donde actualmente faltan benzodiacepinas y antipsicóticos, por citar algunos. 

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