Error en tráfico aéreo pudo causar choque mortal en Potomac
Un supervisor en la torre del Aeropuerto Nacional Reagan, habría permitido que un controlador de tráfico aéreo se retirara antes de tiempo.
La colisión mortal del miércoles por la noche sobre el río Potomac ha puesto en el centro de la investigación un posible error en la gestión del tráfico aéreo.
Según fuentes cercanas al caso, un supervisor en la torre del Aeropuerto Nacional Reagan habría permitido que un controlador de tráfico aéreo se retirara antes de tiempo, dejando a un solo operador a cargo.
Normalmente, el control del tráfico aéreo en la zona se divide entre dos operadores: uno para los helicópteros y otro para los aviones. Sin embargo, la Administración Federal de Aviación (FAA) confirmó que, en el momento del accidente, un solo controlador estaba realizando ambas funciones.
Las grabaciones de radio revelan que este controlador alertó al helicóptero Black Hawk del Ejército de Estados Unidos sobre su proximidad con un vuelo de American Airlines. El piloto del helicóptero, un aviador experimentado, reconoció la advertencia, pero los investigadores creen que pudo haber confundido el avión en riesgo, maniobrando para evitar otro jet similar que despegaba más lejos.
Esto podría haberle impedido ver el verdadero peligro hasta que fue demasiado tarde.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte también está analizando si el helicóptero volaba a una altitud inapropiada en el momento del impacto.
Un cambio de planes terminó en un trágico desenlace
Entre los pasajeros del vuelo de American Airlines estaba Elizabeth "Liz" Keys, una abogada de Washington D.C. que había decidido regresar antes de lo previsto de un viaje de negocios para celebrar su cumpleaños número 33 con su novio, David Seidman.
Keys había abordado el vuelo 5342 con la intención de llegar a tiempo para una cena especial en Maydan, un restaurante popular en la ciudad. La pareja tenía planes de continuar la celebración el sábado con una fiesta conjunta, ya que el cumpleaños de Seidman sería al día siguiente.
“Ella era simplemente la mejor compañera y tan especial, tenía una aguda inteligencia y realmente motivaba a todos a su alrededor a ser la mejor versión de sí mismos”, declaró Seidman acerca del ‘amor de su vida’.
Con información de New York Post